Paso de Misterio

motivo

El paso de misterio es obra del tallista sevillano D. Manuel Guzmán Bejarano del año 1991. Fue en 1992 cuando se estrenó el Martes Santo, en primera fase. Siendo posteriormente completándose la talla hasta su finalización en la Semana Santa del año 1996.

El paso es de estilo barroco en caoba con disposición de elementos calados y claros elementos bombeados, propiciando una gran sinuosidad en el canasto. Se disponen de dos capillas situadas en el centro de los costeros en donde se sitúan sendas imágenes de Santa Ana con la Virgen niña en brazos y San Joaquín, representando a las residencias de ancianos y a los colegios de la parroquia.

En las esquinas se disponen cuatro ángeles con los atributos pasionistas (los clavos, la escalera, la corona de espinas y las tenazas).

En la parte inferior del canasto se encuentran dispuestos seis relicarios de orfebrería plateada, dispuesta uno en la frontal y la trasera y dos en ambos costeros. En ellos custodian las reliquias de San Juan de Ávila, Santa Rafaela María y del beato D. Francisco Solís Pedrajas. Junto a ellos se disponen de dos fanales y dos ángeles, en la parte superior, que lo custodian.

En la parte superior, en cuando a la iluminación, destacan los cuatro candelabros arbóreos de las esquinas de siete puntos de luz cada uno. En los costeros se disponen otros candelabros de cinco puntos de luz. Obra también del taller de Manuel Guzmán Bejarano.

En 2018 se aprueba la reforma del paso, estrenándose al año siguiente, en donde se adapta las medidas del misterio a las dimensiones de la puerta principal de la Parroquia de San Juan y Todos los Santos (La Trinidad). Ello permite ampliar la altura del canasto, alargar el misterio y disponer de unas molduras que alarguen en cierta medida el respiradero del paso. Además se dispone de un elevador para subir o bajar la bendita imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno para salvar la cruz al paso por la puerta. Por último se incluye la incorporación de unas peanas doradas para los relicarios y los fanales, cuyo dorado corre a cargo del Taller de los Hermanos Castillo. Todas estas reformas fueron realizadas por los talleres de D. Miguel Ortiz y D. Manuel Jurado.

El misterio representa el momento del encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Santa Mujer Verónica y como esta enjuga el rostro dolorido de Jesús. Tras ello su rostro queda grabado en el paño. Acompañan en el misterio las imágenes de Santa Marta y de María Magdalena en la trasera.